Por Franklin González*
«No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas” .
(Charles Chaplin en El Gran Dictador)
Para este mortal, no hay duda alguna de que el gobierno sionista de Benjamín Netanyahu está llevando a cabo un genocidio contra el pueblo palestino. Son miles los asesinados en Gaza, entre ellos muchos niños y mujeres. Los heridos se cuentan también por miles. Los daños a la infraestructura de los hospitales en semejante momento de crisis humanitaria, pone en vilo la vida de miles. Ya se habla también de miles de desaparecidos, sobre todo niños y niñas que, se sabe, están bajo los escombros.
Estamos, ciertamente, en presencia de la muerte como espectáculo, parafraseando a la escritora italiana, Michela Marzano, y los videos que circulan por internet y las redes sociales no hacen otra cosa que confirmarlo.
La Organización no Gubernamental “Salven a los niños” denunció que cuatro de cada cinco niños palestinos detenidos por Israel, sufren agresiones, son obligados a desnudarse y algunos son víctimas de abuso sexual.
Ante esos horrendos acontecimientos, que se desarrolla en el Oriente Medio, nos interesa reflexionar sobre algunas lecturas. Tomaremos sólo una muestra, siempre teniendo en cuenta que, aunque miremos la misma cosa, no todos vemos siempre lo mismo.
La lectura del unipolarismo
El unipolarismo está atravesado por la lógica del capital y aquí la moral y la ética no están presentes. Su ontología está clara. Aquí impera el pensamiento único.
Quienes están convencidos de que el desiderátum de la historia es el capital están del lado de los israelís, y allí prevalece la unanimidad.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, marca la pauta y declara que su país se encuentra en una guerra. «No es una operación, es una guerra», y agregó: «Vamos a ganar».
Desde la Casa Blanca, se cuestionan los ataques de Hamás contra civiles israelíes y expresan su apoyo firme al Gobierno y al pueblo de Israel en la guerra desatada con Gaza y envían portaaviones y destructores al Mediterráneo oriental.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comunica con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y le dice que cuenta con su total respaldo.
Desde Alemania, se condenan los ataques desde Gaza contra Israel y que el derecho internacional asiste a Israel en sus acciones para defenderse de lo que denominó ataques terroristas.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dice que condena inequívocamente los ataques de Hamás y expresa la solidaridad de la Unión Europea con Israel.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tilda a las milicias palestinas de «terrorismo en su forma más despreciable».
El gobierno del Reino Unido, lo dice abiertamente: «siempre apoyará el derecho de Israel a defenderse».
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reconoce el derecho de Israel a protegerse y dice que Francia «condena claramente» las acciones «terroristas» de Hamás.
Aquí, la unanimidad, como se observa, está presente.
La lectura de lo que se vislumbra como multipolarismo.
En este caso la ontología no está muy clara. Hay de todo. Seguramente será porque no impera el pensamiento único, sino diverso y contradictorio. De allí que, aquí se encuentran gobiernos que apoyan al pueblo palestino, y otros que prefieren “mantenerse como espectadores”.
a) Los que están actuando en correspondencia con su declaración de rechazo al genocidio
Colombia, a través de su presidente, Gustavo Petro, cuestiona la postura de Occidente respecto a lo que está ocurriendo en Gaza y afirma que los gobiernos de Estados Unidos y de Europa no pueden decirle al mundo, que, porque Israel es su aliado financiero, entonces sí le está permitido el crimen contra la humanidad. Ha solicitado a los países del sur que embarguen la compra de armas a los Estados que apoyan el “genocidio” que comete Israel en el enclave costero.
Colombia ha sido uno de los países pioneros en América Latina en denunciar los ataques de Israel contra los civiles en el enclave costero y ha convocado a su embajadora en Tel Aviv para consultas.
Petro informó que, junto a Argelia, denunciará ante la Corte Penal Internacional los crímenes perpetrados por el régimen de Israel contra los civiles en la Franja de Gaza.
Desde Bolivia su gobierno anuncia la ruptura de las relaciones diplomáticas con Israel “en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí que se realiza en la Franja de Gaza”, rechaza toda guerra como instrumento de solución a los diferendos entre estados y condena el terrorismo en todas sus formas, independientemente de la nacionalidad o el lugar donde ocurran”.
También demanda que Israel respete “el derecho a la vida, los derechos humanos y la paz del pueblo palestino como el de todos los pueblos” y “permita el ingreso inmediato de los organismos internacionales y países que pretenden entregar ayuda humanitaria”.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, llama a consultas a su embajador en Tel Aviv, debido a las “inaceptables violaciones del Derecho Internacional Humanitario en que ha incurrido Israel en la Franja de Gaza” y reitera su llamado a un “término inmediato de las hostilidades, lo que permitiría desplegar una operación de apoyo humanitario para socorrer a los cientos de miles de desplazados internos y las víctimas civiles”.
Ante esos pronunciamientos, la milicia islamista palestina de Hamás, se pronunció y dijo: “Agradecemos el anuncio de las Repúblicas de Chile y Colombia de retirar a sus embajadores de la entidad sionista, en protesta por las agresiones y masacres cometidas por la ocupación nazi-sionista en la Franja de Gaza”.
Hamás también dijo: “Elogiamos mucho la valiente postura adoptada por el Gobierno boliviano de cortar relaciones con la entidad sionista, que se produjo en respuesta a la agresión fascista israelí y a las atroces masacres cometidas cada minuto contra nuestro pueblo en la ya bloqueada Franja de Gaza”.
b) Los gobiernos que sólo han condenado
Cuba expresa grave preocupación por la escalada entre Israel y Palestina debido a 75 años de permanente violación de derechos de los palestinos.
Nicaragua se declara “solidario con la causa palestina”, e insta a la acción internacional al respecto y ha recordado su postura de ser “siempre solidarios con la causa palestina, siempre fraternos, siempre cercanos”; a la vez, ha condenado la escalada de la reciente tensión y llamado “al mundo a la reflexión”.
Venezuela, se une a la firme condena de los países islámicos y árabes a la agresión israelí contra Palestina, donde se han cometido innumerables crímenes de guerra y actos barbáricos” y ha expresado su respaldo a “las acciones que se emprenderán en la Corte Penal Internacional (CPI) para determinar responsabilidades por estos actos criminales”.
c) Los gobiernos pragmáticos
China se mantiene a la expectativa y sostiene que «la fuerza nunca es la forma de resolver los problemas» y que responder a la violencia con violencia solo creará un círculo vicioso de venganza y más obstáculos para una solución política.
«La única manera de crear las condiciones necesarias para un acuerdo político es poner fin a la violencia lo antes posible y promover un enfriamiento de la situación».
Rusia percibe la escalada actual como una «manifestación extremadamente peligrosa de un círculo vicioso de violencia que representa la directa consecuencia del incumplimiento crónico de las resoluciones correspondientes de la ONU y su Consejo de Seguridad», así como el bloqueo de las actividades del Cuarteto de mediadores para la paz en Oriente Medio (Rusia, EE.UU., la UE y la ONU) por parte de Occidente.
Insta a las partes, palestina e israelí, a cesar el fuego de manera inmediata, renunciar a la violencia, actuar con la moderación necesaria y organizar, con la asistencia de la comunidad internacional, el proceso de negociaciones encaminado.
Argentina reafirma su respaldo al derecho del pueblo palestino a constituir un Estado independiente y viable, reconocido por todas las naciones, así como el derecho del Estado de Israel a vivir en paz junto a sus vecinos, dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas. Considera inadmisible que Hamas y otros grupos palestinos lleven a cabo ataques contra civiles israelíes. El lanzamiento de cohetes desde la Franja Gaza contra Israel debe cesar de manera inmediata.
Condena todos los actos terroristas y, así como está convencido de que no hay solución militar a este conflicto, tampoco hay una solución impuesta por métodos terroristas. Resulta necesario que los líderes palestinos aborden con sinceridad las preocupaciones de seguridad israelíes.
México, condena los ataques indiscriminados de Israel hacia la población civil, al personal médico y humanitario y a la infraestructura esencial, “que podrían constituir crímenes de guerra” y ha pedido que Israel levante el estado de sitio en torno a Gaza, que ha frenado el flujo de bienes esenciales, “teniendo en cuenta que las represalias son contrarias al derecho internacional”.
También exigió un cese inmediato y duradero de las hostilidades, y se ha hace eco de la propuesta de la consolidación de un Estado Palestino que conviva con el de Israel dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, un anhelo que ha fracaso durante las últimas siete décadas.
México condena los actos terroristas de Hamás, y ha respaldado el derecho de Israel a proteger a sus ciudadanos y su territorio, “siempre que se haga con pleno apego al Derecho Internacional y en plena observancia de los principios de necesidad y proporcionalidad que rigen cualquier uso de la fuerza”, ha afirmado en su discurso.
México favorece la solución política, integral y definitiva al conflicto bajo la premisa de “dos Estados para dos pueblos”, que “atienda las legítimas preocupaciones de seguridad de Israel, y permita la consolidación del Estado de Palestina, viable política y económicamente, que conviva con Israel dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas”.
Debe recordarse que este país no reconoce a Palestina como un Estado soberano de pleno derecho.
En conclusión
Desde los gobernantes que representan el unipolarismo la situación está clara. Su posición es de absoluto respaldo al sionismo israelí. Nada de titubeo: Todo es nítido y transparente.
En el caso del multipolarismo la situación es otra. Algunos de sus gobiernos se manifiestan equidistantes de Israel y el grupo Hamas. Hablan, por ejemplo, de cesar la lucha por ambos lados, cuando resulta que la desigualdad es una realidad y no es lo mismo el terrorismo grupal que el terrorismo de Estado.
Pero, además, mientras Israel tiene casi todo como Estado, los palestinos carecen de eso y del más elemental derecho que es la vida.
Seguramente en el multipolarismo, como es un proyecto en gestación, aún no consolidado, predomina el pragmatismo y el sionismo ronda a su alrededor.
Por eso, seguimos insistiendo en que estamos en un período de transición, que llamamos apolaridad, porque sabemos muy bien qué significa la unipolaridad, pero no sabemos todavía que será la multipolaridad.
*Sociólogo, profesor titular jubilado de la UCV, Doctor en Ciencias Sociales, ex director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV y analista nacional e internacional.